La fecha del 30 de mayo se propuso por el nacimiento del hijo de la primera paciente que dio a luz después de haber recibido un trasplante hepático en un hospital público, lo que representa la posibilidad de vivir y dar vida después de un trasplante.

La concreción del trasplante es posible gracias a la participación de la sociedad representada en el acto de donar, a los organismos provinciales de procuración pertenecientes al sistema sanitario argentino y a la intervención de los establecimientos hospitalarios.

También para celebrar este día los organismos provinciales de procuración y ONGs de todo el país llevarán a cabo diversas actividades destinadas a la población con el objetivo de difundir la importancia de la donación y el trasplante.

En 2012 Argentina alcanzó una tasa de 15,7 donantes por millón de habitantes (PMH), con lo que se mantiene a la vanguardia en la región en materia de donación. Hubo un total de 630 donantes reales que permitieron que 1.460 personas recibieran un trasplante de órganos, alcanzando un récord histórico a nivel nacional. Se generó 1 donante cada 14 horas y se realizó 1 trasplante de órganos cada 6 horas. En lo que va de 2013 hubo más de 200 donantes reales que permitieron la realización de cerca de 500 trasplantes.