La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el Día Internacional en su resolución 52/149, de 12 de diciembre de 1997, con el propósito de erradicar la tortura y de asegurar la aplicación de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.
La tortura es una de las formas más graves de violación de los derechos humanos, e impone un costo terrible a millones de personas y sus familias. La violación, los golpes en las plantas de los pies, la asfixia por inmersión, las quemaduras, la aplicación de corriente eléctrica, la privación del sueño, las sacudidas y las palizas son métodos habituales de los torturadores para quebrantar la personalidad del individuo. Aunque los daños físicos son tremendos, las secuelas psicológicas y emocionales suelen ser aún más destructivas y más difíciles de curar.
Muchos supervivientes de la tortura sufren de pesadillas y de recuerdos angustiosos recurrentes. Rehuyen a la familia, la escuela y el trabajo y experimentan pérdida de confianza.
"El Día Internacional en Apoyo de las Víctimas de la Tortura es una oportunidad adecuada para expresar nuestra solidaridad con el sufrimiento de las víctimas y de sus familiares, y para reafirmar la necesidad de un compromiso mundial dirigido a la rehabilitación de todas las víctimas de abusos de este género". | "Este año el Día Internacional de las Naciones Unidas en Apoyo de las Víctimas de la Tortura coincide con el 20ª aniversario de la entrada en vigor de la Convención contra la Tortura. En los últimos 20 años, este instrumento ha ayudado a afianzar los esfuerzos destinados a prevenir la tortura y prestar apoyo a las víctimas". |