En venta libre, incluso por Internet, estas sustancias, que no han sido probadas en seres humanos, pueden ser mucho más peligrosas que las drogas tradicionales.
Comercializadas como «euforizantes legales», «productos químicos de investigación», «comida vegetal» y «sales de baño», las nuevas sustancias psicoactivas están proliferando a un ritmo sin precedentes. El uso de estos términos da una apariencia de legalidad y hace pensar a los jóvenes que no corren riesgos. El etiquetado intencionalmente incorrecto de algunas sustancias psicoactivas como «no apto para el consumo humano» les permite evadir los controles de drogas.
El gran número de sustancias psicoactivas que aparecen, casi semanalmente, a lo que se añaden la falta de comprensión de los efectos adversos y el potencial adictivo de estas sustancias no controladas, suponen un importante reto a la salud pública. A menudo, la diferencia entre una dosis «segura» y una dosis tóxica es muy pequeña y las sustancias psicoactivas se han asociado a muertes, delirio y comportamientos violentos. La mezcla de estas sustancias, que a veces se compran sin saber, ha tenido efectos impredecibles y a veces desastrosos.
Todos tenemos un papel que desempeñar para proteger a la juventud de las sustancias peligrosas. La ONUDD lidera la Campaña anual Mundial sobre las Drogas para subrayar que las drogas ilícitas representan un peligro para la sociedad. Tiene como objetivo movilizar el apoyo público y motivar a las personas a actuar contra del abuso de drogas.