La muestra, que ocupa la planta baja y primer piso del Museo, tiene su origen en la salida de los croquiseros urbanos que, en abril de 2012, dibujaron el Museo de Arquitectura desde su jardín.

El Tanque fue marco, y el jardín escenario, de diversos y multitudinarios encuentros desde la creación del Marq en 2000: presentaciones, conferencias, debates, cine, mesas redondas, reuniones de fin de año para toda la matrícula de arquitectos y otras conmemoraciones caras a la profesión.

También turistas y residentes se acercaron para tomarle y tomarse fotos. Pero recién en abril de 2012 el jardín fue invadido por dinámicos observadores que, lápices, marcadores a fibra, acuarelas, lapiceras y otros elementos de dibujo en mano, registraron su imagen subjetivamente.

Porque cada uno de los dibujos registra un Marq diferente: no solo las visiones –desde la totalidad, un recorte o un detalle-, sino desde la técnica del dibujo, resalta el aspecto sobresaliente para cada autor. Asomando entre árboles o como hito aislado, isla dentro del frenético tránsito vehicular que lo rodea; destacando su textura ladrillera o –masivamente- el típico color de su material, esas múltiples interpretaciones le dan al edificio que hoy es el Marq un dinamismo que, a poco de cumplir su primer centenario -2015-, revalorizan la recuperación del estático tanque como Museo vivo.

Marq. Museo de Arquitectura y Diseño Julio Keselman
Avda. del Libertador 999 esquina Callao, ciudad de Buenos Aires
De miércoles a domingos de 14 a 20; martes de 16 a 20; lunes cerrado.
Entrada libre y gratuita. Bono contribución $10