El 12 de abril de 1961, aquel hijo de un carpintero ruso, que tenía entonces 27 años, tripuló un vuelo de 108 minutos y retornó sano y salvo a la Tierra, según reportó la agencia italiana Ansa.
Yuri Gagarin completó su descenso en un paracaídas en la llanura rusa, donde una anciana, tras recibirlo asombrada, le ofreció pan y leche.
Dos décadas después del derrumbe de la Unión Soviética, que en aquellos comienzos superaba a Estados Unidos en la investigación espacial, Gagarin sigue siendo motivo de orgullo para los rusos.
El primer cosmonauta falleció en 1968 en un accidente de aviación.