Desde 2007, a instancias del fotógrafo australiano Korske Ara, se organizaba un concurso de fotografía donde podía participar cualquier persona y cuya recaudación se destinaba a una organización para la atención médica de la infancia. Cualquier persona podía participar, y se pasó de los 250 participantes el primer año, hasta más de 500 millones de personas en 2017.

Con el surgimiento de las cámaras digitales y sobre todo con la popularización de la fotografía a través de los teléfonos móviles, cualquier persona puede ser testigo de un instante, captarlo y trasladarlo a los demás a través de una foto.

Desde luego, la fotografía ha cambiado mucho con las nuevas tecnologías, pero el trasfondo permanece invariable. Se trata de que la fotografía tiene el poder de contar historias, inspirar al espectador y lo que es más importante, el poder de cambiar el mundo.

En el Día Mundial de la Fotografía, fotógrafos de todo el mundo manifiestan el amor por la profesión, pero también personas que no se dedican profesionalmente a la fotografía dan muestras de su pasión por esta disciplina que refleja la realidad de una forma muy personal.