Hace cincuenta años Luis Sandrini interpretaba a Héctor “Tito” Montesano, un profesor muy inspirador, idealista y particular, en la trilogía de la dupla argentina compuesta por Fernando Ayala y Héctor Oliveira.

“El profesor Hippie”, un docente muy amigable que no dejaba de lado el interés académico, pero tampoco la escucha a sus estudiantes, proveyendo inclusive su propia casa para ensayos del festival que preparan sus alumnos en la ficción.

Acaso… ¿Quién nunca quiso saber cómo se veían las casas de sus docentes? Bueno… la pandemia está permitiendo a los curiosos conocer aunque sea un rincón de esos hogares, dado que en 2020 los profesores asisten, incentivan y educan al estudiantado desde su casa o a la inversa de lo que sucede “El profesor patagónico” film en el cual el profesor Montesano termina alquilando una habitación en la casa de sus estudiantes al ser trasladado a Esquel…
Así que este año se pudo conocer un poco más a los docentes al entrar a sus casas, conocer las mascotas y posiblemente parte de su familia, a través de la educación virtual que han brindado dadas las adversidades que el coronavirus presentó.

Cuando la pandemia sea historia, y ojalá que sea pronto, algún día existirán las ficciones sobre lo que fue la docencia durante la pandemia causada por el COVID19 y estarán quienes crean poco verosímil que los profesores se hayan visto obligados a incrementar el ancho de banda de internet de su casa y aumentar el número de dispositivos por habitante de la misma, o que tuvieran que encerrarse en algún cuarto, lo más sonoramente aislado posible para poder dictar clase a sus estudiantes remotos, incluso si eso fuera en la habitación de sus propios hijos y de fondo se viera eventualmente algún juguete, infante anche mascota u otro cohabitante.

Un homenaje para ellos, los docentes de la FADU, que lejos de la posibilidad de pedir un enchinchado, recorrer mesas de trabajo y adentrarse en las ideas y problemáticas de cada estudiante y grupo, o encontrar a sus alumnos en el colectivo, las escaleras, comprando el café en el intervalo de la clase o hasta compartiendo un mate: siguen educando y transmitiendo en tan adversas condiciones cada cual su materia con la misma pasión y es gracias a ellos que la tan plástica FADU se sigue adaptando y puede así seguir impartiendo lo mejor de sí.

Como dice en la ficción el profesor Montesano “Lo importante es que las ideas no se pierdan”

¡Feliz días profesores!