Miralles fue un gran admirador de la obra de su maestro Le Corbusier y esto ha dado como resultado esta exhibición curada por el Arq. Cristian Ferrera que intenta aproximar estos caminos, desde lo razonable, mensurable y exacto, direccionado por lo intuitivo, el dibujo que encuentra, desde la huella de la pre-existencia, desde donde todo toma sentido.

El sentido del tiempo cobra vida, para convertirlo en una experiencia vital, y existencial…

La influencia de Le Corbusier en el escenario de Enric Miralles, en su juventud, como estudiante que veía en sus dibujos y anotaciones, cierto modo de “rotundidad” y extrema definición técnica, embebida a su vez en la poética de la singularidad es absolutamente relevante.

El material exhibido, entre ello mucho de carácter inédito, ha sido aportado por la titular del estudio EMTB, Benedetta Tagliabúe a través de la Fundación Miralles, de Barcelona, quienes apoyan oficialmente el evento.

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