El Buenos Aires Rojo Sangre es el único festival especializado en cine fantástico y bizarro que se hace en Argentina. Es una muestra orientada básicamente a producciones independientes y de bajo presupuesto.
Destacados de la programación
Como todas las ediciones, el BARS ofrecerá un amplio panorama de la producción de cine de género independiente de todo el mundo, manteniendo su misión de ser la pantalla del cine que no vas a ver en otra parte.
Repartidas entre sus diferentes secciones se verán películas como la vuelta de tuerca al nunsploitiation de St. Agatha de la mano del experimentado Darren Lynn Bousman (Saw 2, 3 y 4); el desquiciado film colectivo japonés sobre monstruos gigantes Tetsudon 4 Kaiju Dream Match; la perturbadora y aclamada Mandy (Panos Cosmatos); los mundos mágicos y la fantasía de la rusa Posledniy bogatyr / The last warrior (Dmitriy Dyachenko); el drama apocalíptico francés Dans la brume (Daniel Roby); la terrorífica producción estadounidense Discarnate (Mario Sorrenti); el sangriento animé nipón Aragne Sign of Vermillion (Saku Sakamoto); el terror psicológico de la británica Perfect Skin (Kevin Chicken).
Como todos los años el Rojo Sangre hace hincapié en el fantástico latinoamericano con producciones como las mexicanas Vuelven (Issa López) y El habitante (Guillermo Amoedo), la ecuatoriana La dama tapada (Josué Miranda), la brasileña A Mata Negra (Rodrigo Aragão), y la venezolana El silbón: Orígenes (Gisberg Bermúdez Molero), en una clara demostración de la pujanza del género en todo el continente.
Y como es habitual, el BARS propone un recorrido por lo más nuevo del siempre creciente panorama del cine de género nacional, con producciones como la post-apocalíptica Soy Tóxico (Pablo Parés), el policial Punto Muerto (Daniel de la Vega), el giallo de Abrakadabra (Onetti bros.), la comedia vintage Rebobinados, el desfile de famosos de Shembo: el esclavo del mal (Roberto Valerstein), la polémica e indignante Star Wars: Goretech (Germán Magariños), el erotismo bizarro de Mónica en trance (Ernesto Aguilar) o la cinta de brujería El llanto de la ninfas (Eduardo Peduto y Pablo Marini).
El BARS fue declarado de interés por el Instituto Nacional de Cinematografía y Artes Audiovisuales, auspiciado por el Museo del Cine de la Ciudad de Buenos Aires y declarado de Interés Cultural por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Estas instituciones han comprendido que este festival es el único espacio para un tipo de cine que tradicionalmente ha sido olvidado. Indudablemente el Buenos Aires Rojo Sangre, un festival especializado que ya se ha convertido en un referente para la producción nacional de ciencia ficción, terror y fantasía.
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