El trabajo comenzó en el mes de junio, en el marco de la semana del medio ambiente, con un workshop destinado a estudiantes de las carreras de diseño y arquitectura, con el fin de reflexionar y explorar el tema más allá de su dimensión material, sumando aspectos espirituales, antropológicos, físicos y místicos.

Partiendo de esta resignificación, se ligó la noción de “iluminación” a otros conceptos claves como intuición, revelación, creatividad, energía e inspiración. “A la flama, la luz, el sol, el fuego, el aura, el mana de los objetos que no es otra cosa que su alma”, reconocen Cambariere y Sarmiento.

A partir de estas conclusiones, se diseñaron diferentes objetos relacionados con la iluminación física, intelectual y espiritual. Entre lo que se ve y lo que se oculta, lo que se revela, se intuye y vislumbra, las sensaciones que producen la luz y la oscuridad. Así surgieron distintas interpretaciones del tema, que se manifestan a través de tramas lumínicas, generadores de sombras y búsquedas de objetos de luz. En definitiva, búsquedas que permiten nuevos caminos para abordar el proyecto.

Una vez más, el proyecto de Satorilab contó con la colaboración de varias
empresas comprometidas con la cuestión medioambiental. Los descartes fueron
donados por Natura y Sanyo.

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