El rector de la UBA, Dr. Risieri Frondizi, hermano del entonces presidente, convocó para su puesta en funcionamiento al mexicano Arnaldo Orfila Reynal, encargado del desarrollo del prestigioso Fondo de Cultura Económica de México y la editorial siglo XXI. Fue él quien eligió como director a un profesor de análisis matemático que venía formándose en la industria cultural desde la editorial Abril.
A fines de junio de 1958, se firmó el acta fundacional de Eudeba. El proyecto incluía desde la estructura técnico-administrativa, los sistemas de comercialización, costos y precios, hasta la propuesta editorial.
Los ejes del proyecto editorial incluían algunos campos básicos: manuales, tratados teóricos, series especializadas en temas de didáctica y educación; obras de consulta, teoría e investigación, extensión cultural con textos clásicos y textos americanos; literatura argentina; una serie de problemas contemporáneos y una colección de divulgación. La planificación editorial contemplaba, incluso, recomendaciones sobre tiradas para cada serie y un cronograma de publicaciones que se proponía unos cuarenta y dos títulos para el primer año.
El proyecto trazado por Orfila Reynal e implementado por Boris Spivacow sentó los sólidos cimientos que permitieron a Eudeba transitar cincuenta años de historia argentina constituyéndose en una de las más importantes editoriales universitarias de Latinoamérica.
Boris Spivacow
Durante ocho años de gestión y bajo el lema de “más libros para más gente”, Boris Spivacow llegó a festejar en mayo de 1966 el ejemplar número diez millones, antes de presentar su renuncia y las de sus colaboradores ante el escritorio de los interventores de la Universidad.
Partió con su gente a continuar la tarea en el Centro Editor de América Latina, dejando en Eudeba antes de irse, más de mil libros en preparación, una producción de tres libros por día.
Los conocimientos de matemática le sirvieron al editor que más libros editó en la historia de América Latina para concretar su principal objetivo, vender libros a menor costo que un kilo de pan. Spivacow fue pionero en llevar los libros a los kioscos, en arriesgar colecciones fundamentales como la historia de la ciencia, traduciendo a Lévi Strauss, o a Copérnico de un manuscrito original; creando las llamadas “Ediciones Previas”, espacio para la difusión y discusión de la producción académica, al tiempo que ésta se iba construyendo. Colaboraron en esta empresa profesores e investigadores destacados como Gino Germani, Eliseo Verón, José Luis Romero, Jaime Rest, entre otros.
Toda una generación de jóvenes intelectuales tuvo, con él, la oportunidad de acceder a obras del pensamiento universal, y a la vez difundir su trabajo.
Fuente: Revista Encrucijadas N° 44