“El secreto de todo buen bibliotecario consiste en no leer los libros que tiene a su cargo, exceptuando el título y el índice. ¡El que mete las narices en un libro está perdido!... Nunca llegará a tener la perspectiva del conjunto.“
“El hombre se comporta como si él fuera el señor y el forjador del lenguaje, cuando en realidad es éste el que es y ha sido siempre el señor del hombre. La inversión de esta relación llevada a cabo por el hombre en la era moderna, de esta relación de dominio, es lo que empuja a la esencia de aquel a lo no hogareño, a no habitar…”