El edificio, Monumento Histórico Nacional desde 1990, se ha puesto en valor, a través del trabajo del Área de Patrimonio Edilicio de la Dirección Nacional de Patrimonio y Museos, que restauró los pisos de madera original y parte de la boiserie. Además, se renovaron las salas de exposición y los patios del Museo.

La nueva organización museística apunta a mostrar la relación de la vestimenta con sus aspectos conformantes y los factores sociales e identitarios de la Argentina.

En el recorrido, las primeras salas funcionan como una introducción a los conceptos básicos planteados en el guión: el cuerpo como soporte, la vestimenta como cobijo y sistema de comunicación, y la conformación de una identidad nacional a través de distintas influencias como los pueblos originarios y las distintas migraciones.

El relato continúa con una línea del tiempo que permite ver la evolución de la silueta y los indumentos desde el siglo XIX – con particular énfasis en el personaje del gaucho- hasta fines del siglo XX, y su relación con los hechos culturales, económicos y políticos.

Más adelante, se puede ver las modas de los años 1940, destacando la figura de Eva Perón, y los años 1950, bajo la silueta creada por Christian Dior en el New Look. Las últimas salas están dedicadas a las revoluciones estéticas, políticas y culturales de 1960 y 1970, y los inicios del diseño de autor en la Argentina.

En definitiva, el Museo propone acercar la historia del traje a los visitantes desde una perspectiva más amplia, inclusiva e integradora.