La Declaración y el Programa de Acción de Durban aprobadas en la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, celebrada el 8 de septiembre de 2001, destaca el papel fundamental que los dirigentes y los partidos políticos pueden y deben desempeñar en la lucha contra el racismo y la intolerancia.

En la Conferencia Mundial y en la posterior Conferencia de Examen, los Estados también reconocieron que la promoción de un mayor respeto y confianza entre los diferentes grupos dentro de la sociedad debe ser una responsabilidad compartida, a la vez que diferenciada, de las instituciones de gobierno, de los dirigentes y partidos políticos, de las organizaciones de la sociedad civil y de los ciudadanos.

El tema de este año,"El papel de los dirigentes en la lucha contra el racismo y la discriminación racial", fue elegido por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos con el objetivo de resaltar el papel fundamental que juegan los dirigentes en la movilización de la voluntad política para combatir el racismo y la discriminación racial.