Ayer la ministra de Cultura de Francia,anunció que siete de estas obras localizadas: La Alegoría de Venise de Gaspar Diziani , San Francisco de Salvatore Francesco Fontebasso, un retrato de Bartolomeo Ferracina de Alessandro Longhi, El milagro de Saint Eloi de Gaetano Gandolfi, Abraham y los ángeles de Sebastiano Ricci, y Apoteósis de San Juan de Nepucemo de Charles Palko (1724-1770) y La Halte de Pieter-Jansz van Asch serían devueltas a los herederos de dos familias judías que las poseían antes de la guerra.
Las seis primeras pinturas italianas del siglo XVII pertenecían a un industrial de Viena, Richard Neumann. Las obras serán restituidas a su octogenario nieto Tom Selldorff que lleva batallando para conseguirlas desde hace 12 años.
El séptimo cuadro confiscado por los nazis a un banquero de Praga, Josef Wiener, que murió tras ser deportado, tiene una historia diferente ya que los Aliados tras recuperarlo en Alemania lo enviaron por error a Francia y no a Praga, como hiceron con el resto de cuadros pertenecientes a la antigua Checoslovaquia. Los descendendientes de Wiener perdieron la pista de la obra durante años hasta localizarla en Francia, en donde se encontraba desde el final de la guerra.