Isabel de Laborde es una de esas personas a quienes este confín de la tierra ha capturado con su hechizo y ha enamorado definitivamente. Artista mexicana-francesa radicada en Argentina, el descubrimiento de estas tierras tuvo un impacto decisivo en su arte.

Con las frecuentes estadías, la Patagonia se le impuso no sólo como metáfora de su interioridad, sino como una obra de arte en sí misma, la más sorprendente y la más rica en pensamientos inconscientes, aquella capaz de generar en su arte un lenguaje nuevo, un idioma original cuyo base es la abstracción.

Desde entonces, y con singular dinamismo en los últimos tres años, Isabel viene creando una obra que en 2011 presenta bajo el nombre de “Cordón vegetal”.

La muestra presenta dos tipos de obras: una serie sobre papel que reviste las paredes de la sala, y otra serie que simboliza el “cordón vegetal” que da nombre a la muestra, realizada sobre troncos hallados luego de largas caminatas exploratorias, duramente trabajados y lujosamente intervenidos con cerámica esmaltada.

Se trata de una obra que busca espectadores atentos a la gracia de la línea, el color, la textura, las manchas, las superficies. Mientras que los papeles y las tintas comunican una impresión de lejanía irreal, los troncos transmiten intimidad y cercanía.

La exposición podrá visitarse hasta el 24 de julio próximo en la sala J del Centro Cultural Recoleta (Junín 1930), con entrada libre y gratuita, de lunes a viernes de 14 a 21; y los sábados, domingos y feriados a partir de las 10