Los arquitectos celebraban su día el 8 de noviembre, en coincidencia con el Día Internacional del Urbanismo, que conmemora la última reunión del Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (C.I.A.M.), realizado en Atenas en 1933.

Posteriormente se sumó el 1 de julio, como el Día del Arquitecto Argentino, fecha que tiene su origen en 1985, cuando la Unión Internacional de Arquitectos (UIA) dispuso establecerla como Día Internacional de la Arquitectura, recordando así la fecha de creación de esta entidad, realizada en Suiza en el 1 de julio de 1949.

Pero, en 1996, una nueva asamblea de la UIA decidió trasladar el festejo del Día Internacional de la Arquitectura al primer día del mes de octubre, con el objeto de hacerla coincidir con el Día Internacional del Hábitat; intentando con ello, fortalecer la responsabilidad de los arquitectos, en la construcción de ciudades y comunidades más saludables. En octubre quedó establecido entonces, el Día Internacional de la Arquitectura y el Hábitat Humano.

No obstante este cambio a nivel internacional, la Federación Argentina de Entidades de Arquitectos (FADEA) decidió mantener en nuestro país, el Día del Arquitecto Argentino el 1 de julio, por hallarse ya enraizado en el calendario festivo local, con la clara conciencia de que nuestra profesión merece una fecha en la cuál enfocarnos, para reflexionar sobre cómo enriquecer la tarea que nos es cotidiana.